Mientras la central del MSR prepara la crónica oficial y el material fotográfico, damos nuestro particular punto de vista sobre las segundas Jornadas.
Cultura, cultura y cultura.
No había otra cosa.
Este fin de semana para aquellos que decidieron acudir a las
II Jornadas de la Disidencia, no existía nada más.
Conferenciantes croatas, franceses, italianos, valones y, por supuesto, españoles;
deleitaron sobre diferentes temas, desde Tintín hasta la alternativa NR.
La presencia de la hija de Pavelic recordó viejos tiempos, y la música de Contea,
con temas conocidísimos por todos, ponía la puntilla el sábado.
Norling cerraba las Jornadas recordando que el europeísmo debe ser
el eje de nuestro pensamiento, y Llopart agradecía la presencia de todos.
Antes, muchos de los presentes se arruinaron económicamente debido
No había otra cosa.
Este fin de semana para aquellos que decidieron acudir a las
II Jornadas de la Disidencia, no existía nada más.
Conferenciantes croatas, franceses, italianos, valones y, por supuesto, españoles;
deleitaron sobre diferentes temas, desde Tintín hasta la alternativa NR.
La presencia de la hija de Pavelic recordó viejos tiempos, y la música de Contea,
con temas conocidísimos por todos, ponía la puntilla el sábado.
Norling cerraba las Jornadas recordando que el europeísmo debe ser
el eje de nuestro pensamiento, y Llopart agradecía la presencia de todos.
Antes, muchos de los presentes se arruinaron económicamente debido
a la variedad de stand.
La impresión fue muy buena, al igual que la presencia de asistentes,
de conferenciantes y de la organización.
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